La tarea coordinada de varias instituciones estatales de
Catamarca y Buenos Aires, pero sobre todo la capacidad de trabajo y la entrega
de sus profesionales y equipos técnicos, permitió salvar la vida de un recién
nacido –Emanuel- que sufría una severa cardiopatía congénita. El niño junto a
su madre se recupera ahora en el parador ubicado en el predio del Hogar de
Ancianos, mientras se construye una vivienda especialmente adaptada para sus
necesidades.
La subsecretaría de Familia del ministerio de Desarrollo Social tomó
intervención en marzo pasado, cuando desde la Maternidad Provincial la
contactaron ante el caso de Carolina Caminos, quien tenía un embarazo de riesgo
y no se realizaba los controles prenatales. A partir de allí se inició un
acompañamiento permanente para asegurar que la gestación llegara a buen
término, fundamentalmente porque Carolina se encontraba en situación de
vulnerabilidad psicosocial.
El bebé nació el 14 de junio y un estudio detectó que tenía una anomalía en el
retorno venoso pulmonar que obligaba a una intervención quirúrgica. Ante la
urgencia de realizar la operación, los equipos de la cartera social, la
Maternidad y el ministerio de Salud iniciaron las gestiones para que pueda ser
atendido en el hospital Garrahan, de la Capital Federal.
La acción supuso la participación de la Dirección de Aeronáutica de la
provincia, responsable del vuelo sanitario hacia Buenos Aires. Una trabajadora
social de la dirección de Infancia y Adolescencia acompañó en todo momento a la
madre y al pequeño, quien fue intervenido el jueves 24 de julio.
Emanuel superó sin inconvenientes la cirugía y, apenas dos días después, le
empezaron a quitar las drogas que le administraban y los drenajes. El lunes
siguiente le retiraron el respirador al cual había estado conectado desde que
nació y, por primera vez, respiró por sí mismo.
La evolución de la salud del chico fue sorprendentemente rápida. Dado de alta
del Garrahan, volvió a Catamarca en un vuelo que gestionó la Dirección
Provincial de Medicina Social Integral (Dipromesi), que depende del ministerio
de Salud. A nivel local se armó un equipo responsable del control ambulatorio,
integrado por un pediatra de cabecera y una especialista del Hospital de Niños
“Eva Perón”.
Como la situación habitacional de la familia era precaria, se decidió alojar al
chico con su mamá en el parador, en donde recibe cuidados especiales del equipo
de la cartera social. De hecho, se habilitó toda un ala solamente para él, de
manera que se lo pueda higienizar y atender en un ambiente con el mínimo de
contaminación. Paralelamente, se gestionó la construcción de una casa ante el
Instituto Provincial de la Vivienda que ya inició.
La parte final de la intervención estatal pasará por la recuperación de la
madre, una mujer oriunda de Córdoba que vive hace tres años en Catamarca. Para
ello iniciará un tratamiento psiquiátrico que la rehabilite completamente para poder
brindar todos los cuidados que precisa el niño. Carolina, además del recién
nacido, tiene otro hijo de cinco años que está al cuidado de su abuela, y por
estos días se encuentra en el parador junto a su mamá.
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