viernes, 10 de febrero de 2012

Apoyo presidencial a la minería

Sorprendida y sin ninguna intención de interrumpir, Cristina Kirchner asentía en silencio frente a la pantalla. Del otro lado estaba Antonio, un obrero del cemento de Olavarría que, micrófono en mano y en medio de un acto oficial, saltó el protocolo y criticó a los "pseudoambientalistas", como llamó a los pobladores de Catamarca que en las últimas semanas cortaron rutas contra las explotaciones mineras. Para la Presidenta y el ala dura del kirchnerismo, comprometidos por estos días en conciliar la defensa de las inversiones de las multinacionales mineras con el "relato" nacional y popular, el diálogo valió oro. "Los trabajadores mineros queremos trabajar en paz. Y no que cuatro o cinco pseudoambientalistas nos corten la ruta", dijo Antonio Domínguez, un obrero que ayer participaba en la inauguración de un horno de una fábrica de cementos en Olavarría. De casco amarillo y mameluco azul gastado, parado junto al vicepresidente Amado Boudou, Antonio había sido elegido para subir al escenario y dialogar con la Presidenta, que presenciaba el acto por teleconferencia, desde la Casa Rosada. Tras contar su experiencia en la fábrica, Antonio pidió permiso para hablar de las últimas protestas antimineras en Catamarca, que, según dijo, tuvieron "en vilo a cientos de trabajadores" que no podían recibir "comida y medicamentos". El obrero se refirió, así, a las protestas contra el yacimiento Bajo La Alumbrera, que explota la minera suiza Xstrata Cooper, en Belén, donde 30 manifestantes habían sido detenidos anteayer en un confuso episodio. Ayer la tensión se trasladó a Tinogasta, donde asambleístas contrarios a la política minera del gobierno de Lucía Corpacci mantienen un corte en la ruta 60, y se habría dado plazo hasta las 21 para despejar la ruta. "Vox pópulli, vox dei", le dedicó Cristina Kirchner a Antonio, como lo llamó desde ese momento. Lo elogió por sus palabras certeras y "emotivas" que, dijo, responden a "la lógica implacable del pueblo". "Vos no sos ningún dirigente político, sos un trabajador que defiende su fuente de trabajo", enfatizó la Presidenta, para proponer una discusión "en serio y muy responsable" sobre la minería. "Tenemos que exigir calidad ambiental a las empresas y, por otro lado, responsabilidad y seriedad sobre los planteos que se realizan", completó, en alusión a la posición de los grupos ambientalistas. Ante la sorpresa de la Presidenta y los funcionarios que empezaron a aplaudirlo desde la Casa Rosada, Antonio volvió a tomar la palabra. "Somos nosotros los que conocemos mejor el trabajo. Somos más ambientalistas que los propios ambientalistas. No somos suicidas, queremos vivir, entonces no nos vamos a meter en un lugar inseguro", dijo. Con gestos de aprobación y algo de asombro, la Presidenta volvió a felicitar al obrero por motivar "el debate" y rechazó las "expresiones dogmáticas" en favor y en contra de la minería. "Me acuerdo cuando nos reclamaban en Río Turbio [Santa Cruz], donde estamos haciendo una mina a carbón con altísima tecnología de medio ambiente. Había una propaganda que decía que no cuidábamos a los glaciares. Yo vivo a 80 kilómetros de los glaciares, así que si no los cuido, termino tapada junto a todo El Calafate", dijo la Presidenta. En el escenario de Olavarría, Antonio recibió una palmada de Boudou. Antes de continuar el acto con más anuncios, la Presidenta mencionó a otro gigante de la minería en el país, la canadiense Barrick Gold. Los militantes corearon: "Acá tenés los pibes para la liberación".

No hay comentarios:

Publicar un comentario