jueves, 1 de septiembre de 2011

Alfonsín retoma la campaña con la mira en el Congreso

La noticia no sorprendió, pero generó un indisimulado alivio en las filas del radicalismo: su candidato presidencial, Ricardo Alfonsín, quedó confirmado en el segundo lugar del podio de las elecciones primarias del 14 de agosto pasado, según confirmó ayer la justicia electoral.
En efecto, de acuerdo con los resultados que arrojó el escrutinio definitivo, con el 12, 20% de los votos que cosechó, Alfonsín le sacó una luz de ventaja a su principal competidor de la oposición, Eduardo Duhalde, que alcanzó el 12,12 por ciento. El candidato de Unión Popular abrigaba la esperanza de que podía arrebatarle el lugar a Alfonsín en el recuento definitivo de votos, pero finalmente quedó tercero.
"No fue una sorpresa para nosotros el segundo lugar. Nuestros fiscales ya lo habían comprobado y, además, la cantidad de votos finales es aún mayor si tenemos en cuenta que no se abrieron las urnas impugnadas", señaló ayer Alfonsín.
De todas maneras, el segundo lugar no deja de ser visto como un "premio consuelo" para el radicalismo, que esperaba un mejor desempeño electoral e imaginaba poder disputar una segunda vuelta con la presidenta Cristina Kirchner, que aspira a la reelección. Esa posibilidad es hoy utópica, admiten en las filas radicales, ya que la Presidenta logró sacar más de 38 puntos de diferencia respecto del pelotón de candidatos opositores, entre ellos Alfonsín.
Esta arrolladora victoria del Gobierno descolocó al radicalismo y a su candidato presidencial, obligados a rediseñar por completo su campaña electoral para intentar mejorar su desempeño en las elecciones presidenciales de octubre. El objetivo prioritario será consolidar al radicalismo como la primera fuerza de oposición a nivel nacional reflejada en el Congreso.
En esta nueva etapa aparece un nuevo adversario para Alfonsín: Hermes Binner, del Frente Amplio Progresista (FAP). Pese a que salió cuarto en la grilla final del escrutinio definitivo, con el 10% de los votos, Binner está convencido de que su espacio es el único con capacidad de incrementar su caudal electoral en los comicios de octubre. Y apuesta a captar votos del radicalismo y de la Coalición Cívica, de Elisa Carrió.
El radicalismo encendió sus luces de alerta. "El radicalismo, como partido opositor, es más creíble que el espacio que lidera Binner. Primero, porque somos un partido nacional con historia; segundo, porque los legisladores que hoy integran el Frente Amplio han demostrado ser afines a varios proyectos del Poder Ejecutivo en el Congreso", sostuvo Miguel Bazze, mano derecha de Alfonsín y primer candidato a diputado nacional por Buenos Aires.
En el comando electoral de Alfonsín definen por estos días cuál será el eje discursivo de Alfonsín en esta nueva etapa proselitista con vistas a octubre. Nadie lo admitirá públicamente, pero predomina un clima de preocupación en las filas radicales. "Tenemos que definir un mensaje claro y diferenciador del resto de la oposición para sumar más legisladores al Congreso. Pero después del batacazo de Cristina, es muy difícil", admiten cerca de Alfonsín.
Por lo pronto, la idea es evitar largas recorridas por el país y concentrar esfuerzos en los centros urbanos, como también en el mensaje mediático. Asimismo, se evalúa que Alfonsín comparta el primer plano de la campaña con sus equipos técnicos y candidatos legislativos de la fuerza.

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