miércoles, 11 de enero de 2012

Presión de Londres al Mercosur

El gobierno británico acusó ayer a la Argentina de utilizar la presión económica para "intimidar" a la población de las islas Malvinas y advirtió a los países del Mercosur que no sean "cómplices" de la administración de Cristina Kirchner al impedir el ingreso de barcos con bandera de las islas en sus puertos.
El ministro de Exterior británico, William Hague, afirmó que los malvinenses no deben ser intimidados a través de presiones económicas. También señaló que el gobierno británico está en favor de la decisión de Brasil, Chile y Uruguay de permitir que barcos de las Malvinas ingresen en sus puertos, siempre que lleven otra bandera nacional o la insignia inglesa. En un comunicado ministerial dado a conocer al Parlamento británico, Hague subrayó: "Aunque no aceptamos la decisión de negarles la entrada a los buques con banderas de Malvinas, que consideramos que no tiene basamento en ley internacional alguna, nuestra prioridad ha sido asegurarnos de que los vínculos de comercio y negocios entre las Malvinas y América del Sur no se vean comprometidos por esta declaración política". De esta manera, el ministro de Relaciones Exteriores de Gran Bretaña destacó que Londres mantuvo "discusiones productivas y honestas" con Uruguay, Chile y Brasil. Tras esa ronda de diálogo, el Reino Unido aseguró que esos tres países han dicho que no tienen intención de participar en un bloqueo económico a las islas Malvinas y que todo el comercio naviero vinculado con las Malvinas continuará disfrutando de acceso a sus puertos siempre que no lleven la bandera de las Malvinas a la hora de atracar en puerto. Hague añadió que espera que otros países en la región "sigan reconociendo que las diferencias de opinión sobre la soberanía británica de las islas Malvinas no pueden justificar interferencia en esfuerzos de intimidación a la población civil inocente a través de presiones económicas". "El gobierno británico garantizará siempre el derecho de los habitantes de las islas Malvinas a determinar que su futuro político sea respetado", advirtió el jefe del Foreign Office. No obstante, fuentes de los gobiernos de Chile, Brasil y Uruguay ratificaron a LA NACION que no romperán lo acordado . Es decir que se impedirá el ingreso de barcos con la bandera de las islas Malvinas. "No hubo cambios en la política del Mercosur hacia la defensa de la soberanía de la Argentina por las islas Malvinas. Está claro que ningún barco de bandera de las Malvinas ingresará en ningún puerto de los países del bloque regional", expresó ayer una destacada fuente de la embajada de Chile en Buenos Aires. En Uruguay, el gobierno de José Mujica dijo que no harían declaraciones y aclararon que todo lo que había que mencionar ya se hizo: la administración uruguaya sólo aceptará el ingreso de barcos con bandera inglesa o de otros países, menos con bandera de las Malvinas. Ayer, la Cancillería emitió un comunicado en el destacó que el Reino Unido "reconoció que ningún barco podrá ingresar a los puertos del Mercosur y países asociados enarbolando la bandera ilegal de Malvinas". Además, el ministerio dirigido por Héctor Timerman sostuvo que tras las gestiones que Gran Bretaña hizo en Brasil, Uruguay y Chile "ha quedado firme que los barcos que usaban el ilegítimo pabellón deberán reemplazarlo". La Cancillería resaltó que las gestiones diplomáticas argentinas en el Mercosur fueron calificadas por el Reino Unido como "un bloqueo comercial" y aclaró que "dichas acciones se encuadran en la defensa de los recursos naturales renovables y no renovables que pertenecen al pueblo argentino". También se informó que Timerman se comunicó con los cancilleres del Mercosur que le ratificaron el bloqueo a los barcos de las Malvinas

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